

El empresario hotelero Daniel Ferrelli advirtió que el sector en Necochea enfrenta una crisis sin precedentes. La falta de rentabilidad, la competencia con los departamentos turísticos y la caída de inversiones dejaron a muchos hoteles al borde del cierre definitivo.
Ferrelli aseguró en diálogo con Ecos Radio que “se han cerrado y se van a seguir cerrando” y calificó al rubro como “muy golpeado”. Según explicó, la situación no solo compromete la temporada 2026, sino también la sustentabilidad de la actividad en la ciudad costera.
El empresario apuntó contra el crecimiento de los departamentos turísticos, tendencia que se aceleró en los últimos años. “Las familias los eligen porque permiten abaratar costos y cocinar en el mismo alojamiento”, señaló. También remarcó la falta de control: “Al no estar regulados, hay abusos y hasta estafas con alojamientos que no existen”.
El auge de estas alternativas dejó en desventaja a los hoteles tradicionales, que deben sostener costos fijos, personal y servicios sin poder aumentar tarifas al mismo ritmo. Para Ferrelli, este cambio estructural obligó a muchos propietarios a reconvertir sus edificios en geriátricos, dependencias judiciales o directamente ponerlos a la venta.
Uno de los problemas centrales, según el dirigente local, es la imposibilidad de realizar mejoras. “No tenemos márgenes que nos permitan hacer inversiones. Los hoteles se van deteriorando, se quedan en el tiempo y dejan de ser competitivos”, expresó. En el pasado, el sector solía reinvertir utilidades, algo que hoy resulta inviable por los bajos ingresos.
La merma en la afluencia turística agrava la situación. Cuando las temporadas no alcanzan picos de visitantes, la estructura de costos se vuelve insostenible. Esa combinación explica por qué el rubro atraviesa uno de sus peores momentos en décadas.
De cara a la temporada 2026, Ferrelli fue prudente. “Son más los deseos que tenemos que las expectativas reales, porque es un poco temprano aún”, admitió. Pese a la incertidumbre, los empresarios esperan que la ciudad recupere parte de su atractivo para el turismo bonaerense.
La crisis hotelera en Necochea expone un desafío mayor: cómo equilibrar la convivencia entre la oferta tradicional y las nuevas modalidades de alojamiento, en un contexto de inflación y caída del poder adquisitivo que golpea a los turistas y a los prestadores por igual.