

El 19 de septiembre de 1955, la ciudad de Mar del Plata fue escenario de un bombardeo naval que se convirtió en un episodio clave para derrocar al presidente Juan Domingo Perón. El ataque, encabezado por la Marina de Guerra, obligó a miles de vecinos a huir en medio del terror.
La investigación de la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp) reconstruyó aquella jornada con más de cuarenta relatos y fotografías, muchas de ellas inéditas. Los testimonios revelan el miedo, la desesperación y la violencia política que atravesaron a la ciudad en esas horas.
El bombardeo comenzó a las 7:15 hs con el crucero 9 de Julio, que destruyó nueve de los once tanques de YPF en el puerto. Algunas bombas alcanzaron viviendas cercanas y otras cayeron en la zona del Golf Club, donde estaban ubicadas las fuerzas leales a Perón.
El antecedente inmediato fue el ataque a Plaza de Mayo, ocurrido tres meses antes. Sin embargo, los marplatenses se vieron sorprendidos, ya que el operativo de evacuación recién comenzó en la madrugada, cuando los buques ya estaban frente a la costa.
Los relatos recuperados por la investigación son estremecedores. “Pasaba la gente que venía corriendo, descalza, algunos en paños menores… tratando de escapar de esa locura de vidrios rotos y la desesperación”, recordó Ángel.
Ninna, otra testigo, narró que caminaba junto a su madre embarazada cuando dos bombas destruyeron su casa. “Un minuto que podíamos haber quedado todos adentro (…) Imaginate, estábamos ahí y no quedaba nadie vivo”, dijo.
Tras el derrocamiento de Perón, el 20 de septiembre, la ciudad vivió escenas de furia contra símbolos del peronismo. Hubo saqueos en la CGT, en la sede del Sindicato de Empleados de Comercio y en el hotel de Petroleros. Bustos de Perón y de Eva Duarte fueron destruidos y quemados en el centro.
En las viviendas de funcionarios, como las del gobernador bonaerense Carlos Aloé y del general Franklin Lucero, los saqueos fueron seguidos de incendios. “Lo que me resultó dantesco fue la casa del tipo, las dos plantas… todo prendido fuego”, recordó Roberto.
El proyecto académico del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (Inhus-Conicet) busca rescatar no solo los hechos militares, sino también la experiencia de la población civil. “La memoria de los bombardeos quedó marcada en la gente común, con relatos transmitidos en cada golpe de Estado posterior”, concluyó la investigación.
A setenta años de aquel septiembre de 1955, Mar del Plata mantiene vivo el recuerdo de un bombardeo que no solo cambió su historia, sino también la del país entero.