

El concejal marplatense Julián Bussetti, del bloque PRO, presentó un proyecto para eliminar la restricción de venta de alcohol durante la veda electoral. La propuesta apunta a derogar parte del artículo 71 de la Ley N.º 19.945, en medio de una fuerte polémica política y comercial.
El proyecto de resolución fue presentado en el Concejo Deliberante de General Pueyrredon y propone instar al Congreso de la Nación a suprimir los incisos que impiden la venta de bebidas alcohólicas desde 48 horas antes de los comicios y hasta tres horas después del cierre de los mismos.
El legislador local, alineado con la gestión del intendente Guillermo Montenegro, calificó las normas actuales como “anacrónicas” y sostuvo que en la actualidad “resulta inadecuado que el Estado imponga una paralización parcial de la vida económica, cultural y social de los ciudadanos con motivo de una jornada electoral”.
El texto no obtuvo un respaldo unánime dentro del bloque oficialista marplatense. Solo dos de los cinco concejales del PRO acompañaron la propuesta de Bussetti, lo que evidenció tensiones internas sobre el alcance de la normativa vigente.
Entre los fundamentos, el concejal aseguró que “las restricciones afectan negativamente a comerciantes, emprendedores y empresarios”, sobre todo en una ciudad como Mar del Plata, donde el turismo cumple un rol central en la economía local.
También subrayó que, para garantizar el orden en los días de votación, deben utilizarse “instrumentos modernos de control”, sin apelar a “prohibiciones generalizadas que no tienen sustento en el contexto actual”.
El Código Electoral Nacional establece que desde 48 horas antes de los comicios y hasta tres horas después de su finalización se prohíben actividades como espectáculos públicos, reuniones sociales y expendio de bebidas alcohólicas. El objetivo es preservar un entorno adecuado para el acto democrático y prevenir posibles incidentes relacionados con el consumo excesivo.
La norma ha sido históricamente respaldada por distintos sectores del sistema político, aunque no está exenta de críticas por parte de representantes del sector gastronómico, turístico y comercial, especialmente en distritos de fuerte actividad económica durante los fines de semana.
El debate impulsado por Bussetti reabrió la discusión sobre la pertinencia de mantener estas restricciones en tiempos donde otras tecnologías y protocolos podrían garantizar la tranquilidad del acto electoral sin limitar libertades individuales.
La propuesta fue derivada a comisiones para su tratamiento y análisis, sin fecha confirmada para su abordaje en el recinto. En paralelo, generó repercusiones en redes sociales y entre cámaras empresariales locales que históricamente solicitaron mayor flexibilidad durante los fines de semana electorales.
Mientras tanto, desde sectores opositores acusaron al concejal de buscar rédito político en una medida “superficial”, y advirtieron que la seguridad en contextos electorales sigue siendo una prioridad que no puede quedar sujeta al debate comercial.
La discusión promete escalar si el Congreso de la Nación toma el reclamo del distrito marplatense. En ese caso, se podría reabrir una de las normas más tradicionales del calendario electoral argentino.