Una masiva movilización de trabajadores pesqueros, encabezada por sindicatos del sector y la CGT Regional Mar del Plata, recorrió el puerto en rechazo al “lockout” que, según denunciaron, paralizó la actividad sin causa gremial y con la intención de imponer una rebaja salarial del 30 %.
La protesta contó con fuerte presencia sindical, incluyendo familiares de víctimas de hundimientos y sectores vinculados al trabajo portuario, como estibadores y transportistas. Las consignas principales apuntaron contra las patronales por intentar imponer recortes y detener la salida de buques pesqueros.
El secretario general del Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE), Pablo Trueba, fue contundente: “Los barcos no están parados por medidas gremiales. Ahora sigue sin salir ningún barco”. Y apuntó contra las firmas que operan en la ciudad: “Me extraña que empresas marplatenses como Solimeno, Moscuzza y Valastro se prendan a esto. Sin trabajadores no serían nada”.
También participó el delegado del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), Damián Basail, quien señaló: “No vamos a ceder ante ninguno de los puntos exigidos”, en relación con la propuesta de reducción salarial que atribuyen a las cámaras empresarias del sector.
La movilización incluyó reclamos directos al intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, por su silencio frente al conflicto. “Buques trabajando”, fue una de las principales consignas de los manifestantes, en un llamado a la reactivación urgente del puerto.
Los gremios alertaron que la parálisis no solo afecta a los tripulantes, sino también a toda la cadena productiva: estibadores, operarios de plantas y transporte portuario. “La actividad está completamente frenada por decisión de las empresas. Esto no es una huelga”, sostuvieron desde el SIMAPE.
La propuesta empresarial de aplicar un recorte del 30 % en el salario por producción fue calificada como “inaceptable” por los sindicatos. Los trabajadores remarcaron que esa medida implicaría un retroceso grave en sus ingresos, que ya fueron impactados por la inflación.
Durante la movilización se escucharon frases como “son caraduras” y “sin nosotros no zarpan”, en clara señal de bronca frente al intento de ajustar salarios en un contexto económico adverso. La CGT local acompañó con una advertencia: si no se revierte la situación, podrían profundizarse las medidas.
El conflicto que atraviesa al puerto de Mar del Plata es una nueva señal de tensión entre trabajadores y empresarios del sector pesquero. La falta de diálogo formal y la negativa a normalizar las zarpadas mantienen paralizada la actividad.
Mientras tanto, los gremios reiteran su pedido de intervención urgente de las autoridades provinciales y nacionales para frenar lo que consideran una maniobra patronal con consecuencias sociales y económicas profundas para la ciudad.